La visión es algo que a menudo damos por sentada, miramos el rostro de nuestros seres queridos, leemos un buen libro, disfrutamos de un paisaje pero…
¿Te has detenido a pensar en lo que sucedería si todo eso comenzara a desvanecerse?
Para millones de personas mayores de 50 años esa es una realidad aterradora, la Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMAE), una enfermedad ocular que roba la visión central, se está volviendo más común y lo peor de todo, se produce de manera silenciosa. Si no actúas ahora podrías estar a tiempo de prevenirla o al menos ralentizarla.
¿Qué es la Degeneración Macular Relacionada con la Edad?
La DMAE es una enfermedad que afecta la mácula, una pequeña área en el centro de la retina responsable de la visión central, necesaria para actividades cotidianas como leer, conducir y reconocer rostros. Existen dos tipos principales de DMAE:
DMAE seca
Es la forma más común y se caracteriza por el deterioro gradual de las células de la mácula, lo que lleva a una pérdida progresiva de visión.
DMAE húmeda
Menos frecuente pero más grave, esta forma ocurre cuando los vasos sanguíneos anormales crecen debajo de la retina, provocando fugas de líquido que dañan las células maculares.
La causa exacta de la DMAE no se conoce con certeza, pero factores como la genética, la edad avanzada y ciertos hábitos de vida influyen en su desarrollo.
¿Cómo Prevenir o Frenar la Degeneración Macular Relacionada con la Edad?
Aunque no podemos revertir los efectos de la DMAE, hay varias estrategias para ralentizar su progreso y proteger nuestra visión:
Mantén una Dieta Saludable y Equilibrada
Una dieta rica en nutrientes esenciales puede tener un impacto positivo en la salud ocular. Algunos de los nutrientes más importantes para proteger la retina y la mácula incluyen:
Antioxidantes
Como las vitaminas C y E, que protegen las células de la retina del daño oxidativo.
Luteína y zeaxantina
Dos antioxidantes encontrados en verduras de hojas verdes como la espinaca y el brócoli, que ayudan a filtrar la luz azul perjudicial y protegen la mácula.
Ácidos grasos omega-3
Presentes en pescados grasos como el salmón, que tienen propiedades antiinflamatorias y pueden reducir el riesgo de daño en la retina.
Zinc
Es esencial para el funcionamiento adecuado de la retina y se encuentra en alimentos como las nueces, las semillas y los mariscos.
Al incluir estos alimentos en tu dieta, puedes reducir el riesgo de progresión de la DMAE.
Protege tus Ojos de la Luz Ultravioleta (UV)
La exposición prolongada a los rayos UV del sol puede aumentar el riesgo de daño ocular, lo que podría contribuir a la degeneración macular. Para protegerte:
- Usa gafas de sol con protección UV 100% para bloquear la radiación dañina.
- Considera el uso de sombreros de ala ancha para proteger tus ojos del sol directo.
- Evita la exposición excesiva al sol, especialmente durante las horas pico (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
Evita el Tabaquismo
El consumo de tabaco es uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar DMAE. Fumar acelera el daño a la retina y aumenta las probabilidades de sufrir la forma más grave de la enfermedad, la DMAE húmeda. Si eres fumador, dejar de fumar puede tener un impacto significativo en la salud de tus ojos.
Realiza Ejercicio Regularmente
Mantener un estilo de vida activo no solo es beneficioso para el corazón y el cuerpo en general, sino también para la salud ocular. El ejercicio regular mejora la circulación sanguínea, lo que puede ayudar a reducir la inflamación y a promover una mejor salud ocular. Además, el ejercicio puede controlar la presión arterial, lo que es crucial para evitar problemas como el glaucoma, que también afecta la visión.
Realiza Exámenes Oculares Regulares
Las revisiones oculares periódicas son esenciales para detectar problemas oculares en sus primeras etapas, incluida la DMAE. Un oftalmólogo puede examinar la retina, la mácula y la visión central para detectar signos tempranos de degeneración macular, lo que permitirá iniciar tratamientos a tiempo. Asegúrate de realizar un examen ocular anual, especialmente si tienes antecedentes familiares de la enfermedad o eres mayor de 50 años.
Considera los Suplementos Oculares
En algunos casos, los suplementos nutricionales específicamente formulados para la salud ocular pueden ser beneficiosos. Estos suplementos suelen contener una combinación de vitaminas y minerales, como la luteína, zeaxantina, vitamina C, vitamina E y zinc. Aunque no reemplazan una dieta equilibrada, pueden ser útiles como complemento, especialmente si no consumes suficiente de estos nutrientes a través de los alimentos.
Controla Otras Condiciones de Salud
Mantener un control adecuado sobre enfermedades que pueden aumentar el riesgo de DMAE, como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto, es fundamental para proteger la salud ocular. Controlar estos factores no solo es importante para tu bienestar general, sino también para reducir el riesgo de complicaciones oculares.
Tratamientos Disponibles
En la actualidad, existen tratamientos para la DMAE que pueden ralentizar la progresión de la enfermedad:
Tratamientos para DMAE húmeda
Estos incluyen terapias con medicamentos anti-VEGF, que se inyectan directamente en el ojo para reducir la formación de vasos sanguíneos anormales y prevenir el daño.
Terapias fotodinámicas
Utilizan luz láser para destruir los vasos sanguíneos anormales en la DMAE húmeda.
Suplementos para DMAE seca
Algunos suplementos vitamínicos, como los formulados en el «AREDS» (Estudio de Riesgos de Enfermedades Oculares), pueden ayudar a ralentizar la progresión de la forma seca.
Protege tu visión: Revisa la degeneración macular a tiempo
Aunque la degeneración macular relacionada con la edad es una condición desafiante, adoptar hábitos saludables como una dieta adecuada, proteger tus ojos del sol y mantener un estilo de vida activo puede ayudarte a frenar su progreso. Las revisiones oculares regulares son cruciales para detectar cualquier signo temprano de la enfermedad y los avances médicos siguen ofreciendo opciones de tratamiento que pueden marcar la diferencia. Mantén un enfoque proactivo y no dudes en consultar a tu oftalmólogo para obtener orientación personalizada sobre cómo proteger tu vista a medida que envejeces.